Le dijiste a Dios que no querías seguir así. Te has dado cuenta por primera vez en tu vida que hay cosas que te atan. Cosas que determinan como actuas, cosas fuera de tu control. A veces piensas que solo es cuestión de acostumbrarte. Pero de pronto te das cuenta que te comportas como una marioneta. Tus brazos, piernas, y acciones no van para donde tu realmente quieres. Te angustias y piensas como caiste en esta trampa. Piensas una y otra vez buscando una solución. Pero las respuestas se alejan de tu mente. Parece que la única que viene quiere convencerte que solo es tu imaginación. Pero en el fondo de tu corazón hay una voz, como un murmullo que produce un eco sordo diciendote: ¡Ya no tienes que seguir viviendo así.!
No te asustes hay una persona dedicada a buscarte. Su nombre es el Espíritu Santo. El quiere que lo conozcas. Quiere hacerte libre del complejo de marioneta. Quiere que tus brazos, manos, palabras y acciones no sean las mismas. Que por fin por primera vez en tu vida seas realmente libre. Por eso te trajo hasta este artículo, en un sitio perdido entre las millones de páginas de internet. Te trajo a este lugar para darte una promesa. Una promesa con caracter divino. Una promesa inmutable e intrangredible. Una promesa que puede cambiar tu vida. Lo único que tienes que hacer es creerla y ponerla en práctica. Esta es la voz que viene para tí:
"Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Santa Biblia. Juan 8:31-32
lunes, abril 03, 2006
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1 comentario:
Excelente... me hicieron llorar y en medio de mi trabajo... si me pillan me pueden joder pero es rediciente lo que escriben
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