martes, diciembre 27, 2005

Una carta a Jesús

Se quien eres: El Hijo de Dios. Se que dejaste tu trono para darme una vida nueva, que naciste de una virgen, moriste en una cruz por mí, resucitaste al tercer día y ascendiste al cielo 40 días después. Se que estas vivo, que sientes, piensas y hablas.También se que te interesas por mi, que perdonas mis pecados y sobretodo que tienes paciencia con mis fallas. Así mismo se que un día regresas por tu iglesia, que quieres venir y tomarme para cumplir lo que prometiste.

Pero, ¿sabes? Hay cosas que no se. No se por qué sigues intentando conmigo. ¿Por qué me sigues buscando, a pesar de todas mi debilidades? ¿Por qué sigues esperándome? ¿Hay acaso una oportunidad para mí que no puedo ver? ¿Hay acaso más para mi que el simple saber cosas?

¿Sabes una cosa? Me gustaría mucho que me visitaras. Que tu mismo vinieras. El Hijo de Dios en persona, con sus manos y pies traspasados, con su herida en el costado. No un ángel, ni una luz, sino tu misma presencia. Para que no fueras solamente un saber. Para que pudiera dejar de saber tanto y pudiera vivir más. Para que pudiera hablar más de tí y menos de lo que dicen de tí.

Me gustaría tanto que vinieras a mi casa, entraras en mi habitación y te sentaras a mi lado, junto a mi cama. Me gustaría tanto que pusieras tus manos sobre mi cabeza. Me gustaría tanto poder conocerte en persona. Hay tantas cosas que quiero conversar contigo y no encuentro el espacio adecuado. Por eso te espero. Ven pronto visítame, quiero conocerte en persona.

Y tu que lees este artículo ¿No te gustaría también?

No hay comentarios.: