
Pero, ¿sabes? Hay cosas que no se. No se por qué sigues intentando conmigo. ¿Por qué me sigues buscando, a pesar de todas mi debilidades? ¿Por qué sigues esperándome? ¿Hay acaso una oportunidad para mí que no puedo ver? ¿Hay acaso más para mi que el simple saber cosas?
¿Sabes una cosa? Me gustaría mucho que me visitaras. Que tu mismo vinieras. El Hijo de Dios en persona, con sus manos y pies traspasados, con su herida en el costado. No un ángel, ni una luz, sino tu misma presencia. Para que no fueras solamente un saber. Para que pudiera dejar de saber tanto y pudiera vivir más. Para que pudiera hablar más de tí y menos de lo que dicen de tí.
Me gustaría tanto que vinieras a mi casa, entraras en mi habitación y te sentaras a mi lado, junto a mi cama. Me gustaría tanto que pusieras tus manos sobre mi cabeza. Me gustaría tanto poder conocerte en persona. Hay tantas cosas que quiero conversar contigo y no encuentro el espacio adecuado. Por eso te espero. Ven pronto visítame, quiero conocerte en persona.
Y tu que lees este artículo ¿No te gustaría también?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario