
"Pero hay algo que no me gusta de ti, y es que has dejado que Jezabel siga engañando a mis servidores. Esa mujer anda diciendo que Dios la envió, y les ha dicho a mis servidores que pueden comer de lo que se ha ofrecido a dioses falsos, y los anima a ser infieles a Dios." O sea que a pesar del amor, confianza y servicio a Dios, a él le molesta la indiferencia. ¡Si! INDIFERENCIA. A veces he creído que con hacer yo lo mío era suficiente. A veces creí que no debía meterme para impedir que los que hacían mal las cosas, las siguieran haciendo mal. Pero Dios me da una palabra un poco dura. Me dice que mi posición evasiva no le agrada. Me dice que mi posición políticamente correcta no le gusta. Me dice que YO PERMITÍ que el engaño continuara. ¡Ay! Que dolor es oir esas palabras. Como duele oir al Dios de amor decir que no le gusta mi vida, porque no asumí una posición vertical. Porque permití que los engaños siguieran si decir nada. Porque permití la tibieza espiritual, la infidelidad a Dios. Porque estaba tan preocupado por mi mismo que no tenía tiempo para preocuparme por nadie más. ¡Perdóname Señor! Ayúdame a asumir posiciones que te agraden aunque el mundo las aborrezca. Tú eres más importante para mí que todo lo demás.
1 comentario:
gracias por esta reflexiòn, pues reafirma que mi misiòn va mas allà del amor y el servicio, pues sin obedencia al querer de Dios no verè las victorias que Dios tiene para mi y para el mundo que me rodea.
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