viernes, enero 06, 2006

¡Cumple tus sueños!

Comienzas un nuevo año lleno de esperanzas. Esperas que este año sea el año de tu bendición. Sueñas con alcanzar durante este año las cosas que has anhelado. Te imaginas logrando estabilizar tu vida emocional: encontrando el amor de tus sueños. Anhelas lograr superar las dificultades económicas que has tenido: que tus negocios salgan adelante, que puedas encontrar un mejor trabajo y que puedas recibir más dinero. Deseas lograr éxitos en tu vida intelectual: entrar a estudiar a la universidad o lograr mejores notas. Quieres que este año las relaciones de tu familia sean cambiadas: que los gritos y los maltratos cesen y que un nuevo amor nazca en los tuyos. ¿Sueñas con un cambio y no sabes como lograrlo? Existe una respuesta para tus anhelos.

La Biblia dice en Josué 1:8
  1. "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,..." Cuida muy bien las palabras que mantienes en tu boca. No llenes tu boca con palabras de maldición, incredulidad, rebeldía y todas esas cosas que no agradan a Dios. Llena tu boca con las palabras que Dios dejó escritas. Por algo las dejó en un lenguaje que tú y yo pudiéramos entender, aprender y repetir.
  2. "..sino que de día y de noche meditarás en él,.." No te quedes simplemente repitiendo palabras sin entender lo que significan. Deja que estas palabras entren a tu mente y bajen hasta tu corazón. Sus palabras son espíritu y son vida.
  3. "para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; ": No permitas que los consejos de Dios se queden solo en tu mente y tus sentimientos. Convierte a la Biblia en tu norma de comportamiento. Los principios y leyes que están allí escritos han sido probados por más de 2000 años.
  4. "porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien". Dios te enseña las leyes universales que te hacen prosperar económica, espiritual, emocional, física y socialmente. Leyes tan confiables como la gravedad o la materia y la energía que hacen que tus sueños sean realidad. Ahora eres tú a quien le corresponde comportarse de acuerdo a esas leyes. Eres tu quien debe decidir entre conocer y entender las leyes inmutables de Dios, o lanzarte al espacio vacío creyendo que los designios de Dios son variables y que no hay otra ley que la que existe en tu mente.
Es un asunto que debes meditar muy cuidadosamente. De eso depende tu futuro.

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