Un aporte de Carlos Cuervo para nuestros lectores. {Continuación}
Primero, la compresión de que no hemos sido llamados para mantenernos al margen ni ser indiferentes a la realidad en la que vivimos, y mucho menos nos corresponde condenar lo que, simplemente son medios neutrales como las comunicaciones y la ciencia. Nuestro enfoque debe ser en el contenido, el cual si puede ser bueno o malo a través y la ciencia puede beneficiarnos o corrompernos, acercarnos o alejarnos a Dios y su verdad. Pero esto es primordialmente una decisión individual y una responsabilidad de cada uno.
Hemos sido creados para estar en comunión con Dios, con la misión de comunicar y vivir sus principios, haciéndolo abiertamente fuera de nuestro circulo de comodidad.
La verdad bíblica es que aquellos que conocían a Dios y vivían sus verdaderos propósitos, dejaron una marca en la sociedad que beneficio la humanidad y trascendió en la historia. Los gobernantes memorables de los tiempos bíblicos fueron precisamente los que temieron a Dios. Por ejemplo el rey Josias que influenció, al menos durante su reinado, a toda la nación para volverse a Dios y a la Verdad. Daniel fue un hombre de ciencia que representó con excelencia el reino de los cielos. Los apóstoles fueron catalogados como "trastornadores del mundo", título que recibieron de parte de "los mundanos" por impactar e influenciar la sociedad en la que vivieron. De hecho el apóstol Pablo debatió con los "filósofos paganos" de Atenas.
Si continuamos con los ejemplos bíblicos, simplemente encontraremos que Dios no se limita a lo "aceptable" o a ciertas estrategias. No es una opción ser luz en el mundo, es una misión innegable y no podemos permitir que nos detenga el miedo a ser contaminados, mientras que el reino de las tinieblas avanza tomando el terreno que le pertenece al Creador.
viernes, enero 13, 2006
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