Por un momento habían pensado que iban a estar tranquilos. Era un recorrido que habían hecho muchas veces. Pero esta vez se desató una tormenta. Las olas golpeaban el barco. El cielo estaba completamente cerrado, y la oscuridad reinaba. Las esperanzas comenzaban a desaparecer pues no veían a nadie que pudiera ayudarlos. El barco se estaba hundiendo en la mitad del mar y no había alguien con la capacidad para hacer algo. Pero esta vez hay algo diferente, algo imposible de creer, algo sobrenatural esta pasando. Estan mirando al mar cuando ven como las leyes de la física se rompen....
Un hombre capaz de hacer milagros se está acercando a su problema. El hombre que controla las leyes del tiempo y la materia se está acercando. ¡Y está caminando sobre el agua!. ¡NO ES UN TRUCO!. Es Jesús el sanador y el libertador. Es el Hijo de Dios, el Mesías prometido, el creador del universo, la palabra viva, la esperanza de los caídos, el defensor de viudas, el padre de huerfanos, es DIOS encarnado.
Pero la razón es muy poderosa y la duda asalta a los marineros. ¡No es posible! ¡Tiene que ser un fantasma! ¡Es la única explicación lógica!. Entonces uno de ellos decide arriesgarse. Si es realmente Jesús, no solamente viene a ayudarnos, él podrá hacer que yo me pare encima de esta tempestad. Entonces le grita: Si eres tú, manda que yo vaya hasta donde tú estas. Entonces Jesús, mirándolo con una sonrisa de amor, le dice: VEN. Eso es todo lo que se necesitaba. Una palabra de Jesús y un hombre cuyos problemas lo habían sobrepasado, ahora camina encima de ellos. Pero este hombre no puede creer que la física sea cambiada y duda. En ese momento no recibe una reprimenda, sino un brazo de amor lo alcanza y lo pone a salvo. Nuevamente es Jesús quien lo sostiene con amor y con su suave tono de voz le dice: ¿Por qué dudaste?.
Los que conocieron este hecho escribieron en mateo 14:24-30 "Mientras tanto, la barca ya se había alejado bastante de la orilla; navegaba contra el viento y las olas la golpeaban con mucha fuerza. Todavía estaba oscuro cuando Jesús se acercó a la barca. Iba caminando sobre el agua. Los discípulos lo vieron, pero no lo reconocieron. Llenos de miedo, gritaron: ¡Un fantasma! ¡Un fantasma!. en seguida Jesús les dijo: ¡Cálmense! ¡Soy yo! ¡No tengan miedo! Entonces Pedro le respondió: Señor, si realmente eres tú, ordena que yo camine también sobre el agua y vaya hasta donde tú estás. Y Jesús le dijo: ¡Ven! e inmediato Pedro bajó de la barca. Caminó sobre el agua y fue hacia Jesús. Pero cuando sintió la fuerza del viento, tuvo miedo. Allí mismo empezó a hundirse, y gritó: ¡Señor, sálvame!. Entonces Jesús extendió su brazo, agarró a Pedro y le dijo: Pedro, tú confías muy poco en mí. ¿Por qué dudaste?"
viernes, julio 28, 2006
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2 comentarios:
Que rico es saber que el Maestro siempre está pendiente de nosotros para no dejarnos hundir en la barca
Senor, Por Favor Rescatame, Salvame, No me dejes Solo... Tu sabes a lo que me refiero... Salvame Por Favor!!...
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